Yo diría que la búsqueda continua del ser humano por
encontrar la felicidad, es una tarea individual
y personal por encontrar el
equilibrio entre sus pensamientos, sus sentimientos, su razonamiento y su
bienestar físico. Algo un poco diferente a la tradicional educación cristiana-católica
que recibimos los de mi generación, y que limita el ser humano a la simplicidad de “cuerpo y alma”, siendo el cuerpo
o la carne, bastante secundario, cuando no, el origen del pecado.
Desde mi punto de
vista, nuestra “mente” es muy
importante, y debemos cultivarla, pero no debemos olvidar que somos seres
materiales con un cuerpo físico que también debemos cuidar. De esta manera, lograremos un mayor bienestar
físico que nos proporcionará un estado más saludable.
En esta entrada del blog quiero haceros partícipes de mi
reciente relación con el ejercicio físico. Efectivamente, desde septiembre,
acudo a un gimnasio donde recibo clases de yoga y Pilates. Ambas disciplinas me
resultan apasionantes, cada una con sus propias características me están siendo
de gran ayuda. Pero me doy cuenta, que no solamente, mejoran mi tono muscular,
mi flexibilidad o mi salud física, sino que, además, están aportándome, poco a
poco, una mayor vitalidad, alegría, constancia, esfuerzo, sociabilidad, y un
equilibrio emocional que necesitaba en este momento de mi vida.
Ahora comprendo y me alegro que las nuevas generaciones
frecuenten el gimnasio y realicen actividades físicas como parte importante en
su día a día.
Espero que acudir al gimnasio se convierta en una de mis aficiones por mucho tiempo.
Espero que acudir al gimnasio se convierta en una de mis aficiones por mucho tiempo.
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