lunes, 30 de mayo de 2016

Ítaca, una poesía perfecta para mí.


Ítaca

Este poema de Cavafis me parece una obra de arte. Me acompaña estos últimos años, desde que mi amiga Ana me lo regaló, consciente de que me llegaría al alma.

Cada vez que lo leo encuentro nuevos detalles, significados diferentes a sus palabras, e interpretaciones distintas para cada ocasión.

 Ítaca es el destino, es el viaje, es el camino y es la vida misma.

Lo que pasa en el camino depende mucho de uno mismo, de la actitud con que afrontas las dificultades y de la alegría y el agradecimiento que manifiestas con todo lo bueno que te sucede.

Cada día es una sorpresa, un misterio, una experiencia nueva de la que aprender y aprender sin parar, para sumar sabiduría hasta el final del viaje.

 

ITACA

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Más no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.

C. P. Cavafis. Antología poética.

 

 

domingo, 22 de mayo de 2016

Escapada a Bolonia.



Patio interior del Archiginnasio. Bolonia.
Me pasaría la vida viajando. Conocer nuevos paisajes, nuevas costumbres  y nuevas ciudades es mi mayor pasión. Pero además, hay zonas que me resultan especialmente atractivas, como es el caso de Italia, donde me siento como en casa; por el idioma, la cultura, la gastronomía y la gente. Si  a esto le añades  la arquitectura, el arte y la historia, Italia se convierte en uno de mis destinos favoritos.
En esta ocasión hemos tomado el vuelo con Ryanair hasta Bolonia. Cuidad preciosa, con un casco antiguo medieval extraordinariamente bien conservado y  relativamente pequeño para pasearlo muy cómodamente. Uno de los días nos acercamos hasta Ferrara, situado a media hora en tren desde Bolonia, donde nos encantó pasear por sus calles , entrar en su Catedral y visitar el Castillo Estense rodeado por un foso de agua. 
Bolonia es conocida como “la Dotta, la Rossa e la Grassa” (es decir, la Docta, la Roja y la Grasa). La Docta; se cree que la Universidad de Bolonia es la universidad más antigua del mundo occidental.  Fue fundada en 1088 y entre sus alumnos se encuentran Dante Alighieri, Petrarca, Thomas Becket, Erasmo y Nicolás Copérnico.  La Roja, por el color cálido de sus tejados  o sus fachadas de ladrillo terracota, así como por  el bando político de sus ciudadanos. Y la Grasa o la Gorda, por su delicioso mundo de tortellini, salsa, y mortadela.


Las dos Torres

Calle porticada

Lo más característico de Bolonia son sus soportales que te resguardan del sol y la lluvia. Resulta fascinante pasear por debajo de sus más de 40 kilómetros de calles porticadas, algunas ricamente decoradas. También es conocida como la ciudad de las torres. Siglos atrás, las familias nobles competían por construir la torre más alta, cuanto más alta, más importante era la familia. La torre Asinelli construida entre 1109 y 1119, tiene 98 metros de altura. Chimo, que está en forma, subió los 498 escalones, pudo contemplar las mejores vistas de la ciudad y hacer unas fotos maravillosas mientras yo le esperaba abajo paseando por algunas tiendas de anticuarios cercanos. La torre Garisenda está junto a la anterior y  tiene una altura de 48 metros y una inclinación de 3,20 metros, pero no es visitable.


Piazza Maggiore. Fuente de Neptuno y palacio Rey Enzo.

El verdadero corazón de Bolonia se encuentra en la Piazza Maggiore, lugar que transporta a la Baja Edad Media, rodeada de palacios entre los que destaca el palacio Comunal o palacio de Accursio, tradicionalmente sede del Ayuntamiento. En el centro de la plaza se ubica la fuente de Neptuno y el palacio del Rey Enzo.








Piazza Santo Stefano

En Italia no podemos olvidarnos de los lugares de culto. En cualquier calle de la ciudad surge una imponente iglesia, pero me gustó especialmente la basílica de Santo Stefano, un conjunto de siete iglesias de las cuales se conservan cuatro, y de ellas, me dejó sobrecogida por su románico tan puro, la Iglesia de San Vitale e Agricola, la más antigua de la ciudad. En plena Piazza Maggiore se encuentra la basílica de San Petronio, diseñada para ser la mayor catedral cristiana pero que se quedó a medio construir por orden del Papa.
 
 

Uno de los atractivos que posee Bolonia es una costumbre extendida por la mayoría de sus locales; el aperitivo de la tarde. Sobre las siete de la tarde preparan un buffet libre de todo tipo de deliciosos canapés, pizzas, ensaladas, pasta y embutidos, de donde puedes servirte lo que desees, de forma gratuita, tan solo por pedirte una consumición. “Donde fueras, haz lo que vieras”, y esto tan sabroso no nos lo podíamos perder. Incluso lo acompañamos de su bebida típica: Spritz, un coctel de color naranja que elaboran con prosecco o cava, soda y Aperol, o de color rojo al combinarlo con Campari. Ummm….riquísimo!!!

Aperitivi en Zanarini, Fabuloso!!!
 

Me extendería y seguiría contando más cositas, experiencias  y anécdotas que hemos vivido en este viaje, pero no os quiero aburrir. Cada escapada y cada visita a otras ciudades es una vivencia personal única.
Hasta la próxima!!!




jueves, 12 de mayo de 2016

Políticos y medios de comunicación en la misma onda.

¿Algún motivo para seguir interesado en la política que nos muestran los medios?  Si, gracias.
Para algunas personas no existe ningún motivo que les impulse a seguir la política. A muchos les aburre tremendamente la monotonía de los discursos de los políticos y la manera de trasmitir de los periodistas.  Sin embargo, otros buscamos  ansiosos, desde primera hora de la mañana, noticias interesantes que nos iluminen cada día. Y es que, al final, todos tenemos el derecho de votar en las próximas elecciones al Congreso y el Senado. Mejor informarse.
Verdaderamente, la política no representa para todos la misma cosa, pero, básicamente, todos estamos de acuerdo en que, en Democracia, los políticos son representantes y servidores de sus electores y que en el ejercicio del cargo público su objetivo es conseguir el bienestar de la ciudadanía. Por su parte, a los medios de comunicación les corresponde la importante e imprescindible labor de informar al público dentro de este complicado engranaje de la vida pública.
Por todo ello, a los que mantenemos cierto interés por conocer que ocurre en política y especialmente  en periodo de campaña electoral, nos gustaría despertarnos cada día con noticias rigurosas, con entrevistas a los candidatos, con debates entre tertulianos o con la opinión a micrófono abierto de nuestros conciudadanos. Los más osados, si fuera posible,  incluso pretendemos oír de boca de los candidatos el programa electoral que nos ofrece cada partido político. Novedades e ideas ilusionantes para solucionar o paliar los problemas económicos y sociales, planteamientos, conversaciones y diálogos profundos llevados a cabo por nuestros futuros representantes. Pero, por desgracia, ni siquiera en plena campaña electoral se oyen contenidos, propuestas, ideas o soluciones a los problemas reales. Eso sí, para vergüenza de la moralidad y la ética de la mayoría de españoles, todos los días nos levantamos con algún nuevo caso de corrupción, malversación, prevaricación, evasión de impuestos, y en definitiva, aprovechamiento económico del cargo que ocupan nuestros ilustres representantes políticos. Parece que de tanto hablar de estos tremendos delitos, el soniquete diario que al principio generaba alarma, ha pasado a convertirse en un mantra aburrido que, poco a poco, va perdiendo interés para los oyentes y lectores de las noticias.
Y es que la política se ha convertido en un GRAN HERMANO de lo público. La mayoría de lo que nos llega a través de la prensa, radio y televisión, carece de seriedad y profundidad.  Las noticias que diariamente nos aportan los periodistas se resuelven en torno a los movimientos de los candidatos como protagonistas de la escena  política convertidos en actores de una mala serie de TV. Esta información, generalmente frívola en su contenido y en su forma, suele explicar  cuándo y con quien se reúnen los que aspiran a convertirse en los futuros parlamentarios, su aspecto exterior,  sus maneras de vestir, sus gestos,  quien le prestará su apoyo, quien le pondrá la zancadilla, que beneficios electorales  van a conseguir para cada partido (sillones en el Congreso y Senado), que socio les va a aportar más rédito político.  Ah!… y es fundamental hacerse la foto para  salir bien guap@ en la portada del día siguiente. Es decir, toda la actividad pública gira alrededor del personalismo de unos cuantos dirigentes y la estrategia a seguir para conseguir el mayor número de ministros y senadores posibles. Ellos no explican las propuestas, ni qué van a hacer cuando lleguen al poder, ni cómo lo van a hacer, ni de donde se van a financiar, ni etc., etc., etc. Lo que menos importa es  llegar a acuerdos y acercamientos entre las ideas políticas de las partes que se reúnen, que es para lo que realmente están. 
Mi impresión es que no les interesa explicar lo que puede beneficiar al electorado. No les importa solucionar los verdaderos problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad, porque la política se ha convertido en una profesión cualquiera, en vez de ser una aspiración de “los mejores” al cargo público para  conseguir el bienestar de los ciudadanos. Por su parte, los medios de comunicación, que en muchos casos se posicionan y  comportan como meros  portavoces de los respectivos partidos,  parece que se retroalimentan de la vida política y en vez de reclamar verdadera información a los entrevistados  y respuestas concretas a los problemas de la sociedad, se conforman con “marear la perdiz” un día tras otro.