Aprovechando las fiestas de las Hogueras
de San Juan en Alicante, nos hemos escapado unos días para cambiar los aires de
la playa por los de la montaña. Ya estaba
necesitando ver paisajes verdes, ríos, cascadas, prados y agua, mucha agua.
En esta ocasión, viajamos
acompañados de unos amigos y nos hemos sentido, un poquito, anfitriones del lugar, después de haber estado
repitiendo este destino durante más de once años consecutivos.
Alquilamos en Casa Asín, en Oto, un pueblecito desde donde se hacen muy
cómodos los desplazamientos por la zona y las pequeñas marchas que íbamos a
realizar. La misma tarde de nuestra llegada salimos paseando hasta Broto, el
pueblo de al lado, y visitamos la cascada de Sorrosal, como aperitivo de los siguientes saltos de
agua que veríamos durante nuestra estancia en el Pirineo. Después de dar una
vuelta por el pueblo, sin más demora, cenamos en La Tea, una pizzería donde se
come de fábula. La vuelta a la casa fue espectacular, caminando de noche
mientras contemplábamos todo el cielo lleno de estrellas.
Para el día siguiente les teníamos preparado un paseíto-marcha precioso en el valle de Bujaruelo: comenzamos a andar desde el Puente de los Navarros siguiendo el curso del rio hasta llegar al refugio de San Nicolás. Aquí comimos unas ricas judías en puchero de barro, migas con huevo y chorizo y un buen chuletón para compartir.
Por la tarde, nos acercamos a Torla, un pueblo de arquitectura preciosa, típica del Pirineo aragonés: muros de piedra, tejados de pizarra y ventanas llenas de flores. Paseamos y entramos a curiosear en las tiendas de “souvenirs” y terminamos tomando una copa de vino en la terraza de “La Cocinilla” con buena compañía y con unas vistas espectaculares mientras terminábamos el crucigrama del periódico.
El último día se lo dedicábamos
a la medieval población de Ainsa, pero
antes de pasear por sus calles y visitar su Iglesia, subimos con el coche hasta las cercanías de
Revilla, nos calzamos las botas y
siguiendo un bonito sendero llegamos hasta los Miradores de Angonés, donde teníamos
unas estupendas vistas sobre las Gargantas de Escuaín, y donde muchos aficionados se acercan a ver el
vuelo del quebrantahuesos.
Con apetito y ganas de
una cerveza fresquita bajamos hacia
Ainsa para comer en el restaurante “El Callizo”. Podría detenerme a contar esta
exquisita comida, pero me quedaría corta en palabras a la hora de describir
tantos sabores y sensaciones. Nosotros pedimos el menú degustación “Tierra” que resultó ser una
experiencia sobrenatural, jajajajaja … Esta fue la guinda de nuestro viaje al Pirineo
aragonés.
Durante estos días lo
hemos pasado de maravilla, con un poquito de cultura, preciosas marchas,
estupenda gastronomía y por supuesto la mejor compañía. El Pirineo nunca
defrauda y espero volver a repetir muchos años más.
Para el día siguiente les teníamos preparado un paseíto-marcha precioso en el valle de Bujaruelo: comenzamos a andar desde el Puente de los Navarros siguiendo el curso del rio hasta llegar al refugio de San Nicolás. Aquí comimos unas ricas judías en puchero de barro, migas con huevo y chorizo y un buen chuletón para compartir.
Por la tarde, nos acercamos a Torla, un pueblo de arquitectura preciosa, típica del Pirineo aragonés: muros de piedra, tejados de pizarra y ventanas llenas de flores. Paseamos y entramos a curiosear en las tiendas de “souvenirs” y terminamos tomando una copa de vino en la terraza de “La Cocinilla” con buena compañía y con unas vistas espectaculares mientras terminábamos el crucigrama del periódico.
El tercer día tomamos
dirección a Jaca. Primero paramos a ver la Iglesia románica de Santa Cruz de la Serós,
paramos a comprar un detalle de cerámica típica jaquense, y a continuación visitamos el espectacular
Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, joya medieval de los siglos XI al XII.
Gracias a las sencillas explicaciones de
la guía local, pudimos entender parte de la Historia del Monasterio y de la
Historia de Aragón. He de reconocer
que este lugar me tiene cautivada, desde que siendo una niña, lo visité por
primera vez con mis padres.
San Juan de la Peña |
Proseguimos
nuestro camino hacia Jaca. Tomamos el aperitivo en una terracita frente
a la Catedral y junto a unos músicos que
cantaban y tocaban de maravilla. Después de pasear por sus calles, nos paramos
a comer en Restaurante El Portón, lo
encontramos en una placita al lado de la
Torre del Reloj, y es muy recomendable. A la salida, el calor era insoportable,
así que decidimos huir hacia el Puerto de Somport, frontera con Francia. De
camino paramos unos minutos a ver por fuera la estación de Canfranc. Mientras
ascendíamos el puerto, empezó a bajar la temperatura y nos envolvió una niebla
tan espesa que no podíamos ver nada a más de cinco metros, de manera que al
poco tiempo, nos montamos en el coche dirección a Sabiñanigo. Aquí compramos
unas salchichas, chorizos, quesos, pan y bebidas para la cena. Cuando llegábamos a la casa
comenzó a caer una tormenta de verano de la que pudimos disfrutar desde la
terraza y bien resguardados. Para terminar la jornada jugamos una divertida
partida al Trivial mientras algunos tomaban una copita de Pacharán.
Ainsa |
El quinto día tocaba viajar
hacia Alicante, pero por el camino tuvimos la suerte de parar en Torres-Torres,
población valenciana, donde nos hicieron una paella fabulosa y unos trozos de
morro fritito que quitaban el “sentio”.
Han sido unos días increibles. Poder descubrir ese rincón del Pirineo de la mano de dos "guias" de lujo y en buena compañía nos ha dejado tan buen sabor de boca que pensamos repetir. Es uno de los sitios más bonitos que hemos visitado, una combinación perfecta de rutas de naturaleza, cultura y una gastronomía que quita "el sentío".
ResponderEliminarEn fin....deseando volver
¡ QUE ENVIDIA! Y ya me diréis como estáis tan jóvenes tan delgados y, por tanto, dónde hay que firmar. (Mi padre también ha debido firmar en algún sitio pero no me lo quiere decir por más que le pregunto).
ResponderEliminarUN BESO ENORME PARA TOD@S
¡ QUE ENVIDIA! Y ya me diréis como estáis tan jóvenes tan delgados y, por tanto, dónde hay que firmar. (Mi padre también ha debido firmar en algún sitio pero no me lo quiere decir por más que le pregunto).
ResponderEliminarUN BESO ENORME PARA TOD@S